Para deshacerme de la energía que tengo durante el día, tengo la costumbre de ir a correr a la playa una hora. El día de hoy fue para mi como cualquier otro día normal, a las 6:30 me cambié y antes de llegar a la playa llevé a mi hermana a casa de una amiga, después agarré camino al mismo lugar de siempre para dejar el carro.
Ya en el malecón empecé a correr, como a los 15 minutos llegué a donde está un monumento a la pulmonía (sí, es un medio de transporte único de mi ciudad), ahí siempre me detengo a hacer abdominales y un poco de estiramiento.
Cuando llegué ahí me tocó ver lo más lindo del mundo, unas tortuguitas bebés saliendo de la arena. Ya tenía muchos años sin que me tocara ver esto, aunque hace 3 o 4 años que fui a Cancún me tocó ver desovar a una tortuga. Las pequeñas tortuguitas estaban siendo ayudadas en ese momento por 2 muchcachos que las estaban desenterrando y llevandolas al mar. De todos los huevos que ponen las tortugas, sólo una parte logra salir a la superficie de la arena y otra parte menor logra llegar al mar, así que los muchachos al desenterrarlas, también encontraron unas cuantas tortuguitas muertas, pero a las vivas se las llevaban al mar. Al final, sólo la mitad sobrevivió, esperemos y después de algunos años regresen todas esas tortugas a desovar a la misma playa.
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