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Bob Esponja, más allá de la diversión

El que un niño vea muchas caricaturas hoy en día, es lo más normal del mundo. Incluso algunos padres prefieren tenerlos viendo dibujos animados a que estén enfadados o molestando. La mayoría de estos padres no tienen ni la más mínima idea de lo que ven sus hijos.

Es común que esos padres, relacionen las caricaturas que ellos veían con lo que posiblemente vean sus vástagos, creyendo que los niveles de violencia son los mismos, que la trama en sí tiene algo rescatable o que por lo menos son historias parecidas a lo que se transmitía en ese entonces.

En este escrito se procurará hacer una crítica a una caricatura considerada de las más vistas en la actualidad, Bob Esponja. Se hablará sobre su impacto social y económico, así como los aspectos políticos y culturales que se tocan dentro de la historia. Así mismo, se explicará un poco el por qué de que algunos jóvenes gusten de esa animación.

Antes de iniciar la crítica es necesario mencionar un poco sobre el contexto general de la historia y sus personajes principales. La trama se desarrolla en una ciudad llamada “Fondo de Bikini” que se encuentra en el fondo del mar. El personaje en torno al que se desarrolla la historia es una esponja amarilla y cuadrada que lleva por nombre el título de la caricatura, Bob Esponja Pantalones Cuadrados.

Este peculiar personaje vive en una casa con forma de piña acompañado de su fiel mascota Gary, un caracol que maúlla. Al lado de Bob Esponja vive su extraño vecino Calamardo Tentáculos, quien tiene por hogar un moai que parece su cara. El mejor amigo del personaje principal es una estrella de mar rosada y muy lenta para todo, que es conocido como Patricio Estrella. Su casa está al lado de la de Calamardo y no es más que una simple piedra.

Estos no son los únicos que aparecen en escena, pero son los más relevantes. En ocasiones también tiene un papel esencial Don Eugenio Cangrejo, dueño del Krustácio Kascarudo y jefe de Bob Esponja. También está Sheldon J. Plancton, un supuesto villano que quiere robar la receta de la famosa Cangreburguer. Así como Arenita Mejillas, una ardilla de Texas que siempre es vista con un traje de buceo.

La historia en cada episodio es diferente, pero en esencia tratan de la vida de Bob Esponja, mostrándolo de una manera supuestamente divertida y muy colorida. Es muy posible que ésta última sea una de las razones por la que ha sido tan aceptado el dibujo animado por los más pequeños, lo extraño es que también es un personaje seguido por los más grandes, más no por las mismas razones.

Al parecer estos jóvenes disfrutan ver el programa por lo simple y bobo que resulta todo. Además, está el hecho de que Bob Esponja se comporta como un niño, cuando se supone que es alguien que vive en autonomía. Son incongruencias que estos muchachos quieren vivir, o con los que se ven identificados, demostrando de alguna manera su falta de madurez.

La influencia que tiene este tipo de comportamiento en los más pequeños es muy alta, ya que para ellos de alguna u otra manera se convierte en un modelo a seguir mientras distinguen realidades. El estar dispuesto a comportarse de manera infantil pero con cierta libertad que se supone se debe obtener hasta convertirse en adultos, da pie a situaciones que pueden implicar un problema familiar o personal.

El hecho de que se trabaje por gusto es muy bueno, eso podría animar a los pequeños a hacer lo que quieren. Pero el manejo de este concepto va mucho más allá de lo que ellos pueden ver, ya que de cierta manera Bob Esponja es explotado, incluso en la descripción de personajes del sitio oficial mencionan “a Don Cangrejo le fascina tener un empleado que pueda trabajar mucho por poco salario”.

Esto está generando una cultura conformista en las nuevas generaciones, aunque es lo que muchas empresas quisieran, no es lo correcto. En ningún lado se menciona si la intención del escritor era en un principio esto o no, pero el subconsciente de los niños es tan fácil de moldear que ese tipo de cuestiones son impactantes en el desarrollo de los mismos.

La parodia que hacen con el mundo real es indiscutiblemente buena, porque incluso hace uso de una gravedad similar. Esto hace que la percepción de las cosas en la vida, sean fácilmente confundibles con las situaciones que se viven en la caricatura, haciendo creer a los infantes que algunas cosas que ven ahí pueden hacerlas de igual manera ellos mismos.

Aunque no se note mucho, la división de los personajes comunes y los personajes con roles más importantes es basta. Es un tipo de discriminación, además en diversos episodios se han manejado situaciones en las que se define muy bien la diferencia entre todos los personajes, ya sea por su aspecto físico o simplemente por la especie de animal marino que son.

Así mismo, se puede considerar como positivo el hecho de que al final siempre se maneja uno “feliz” en el que todos terminan llevándose bien y conviviendo de la mejor manera. Sin embargo, no mantiene sentimiento alguno de moralidad, cuando termina todo no te quedas con nada más que la idea de que fue muy gracioso lo que se vio.

Por otro lado, no hay una autoridad visible durante todo el programa. Lo más cercano a esto que se llega a percibir es el jefe avaro que explota a sus trabajadores, en otros pocos episodios los padres de Bob Esponja que lo hacen ver como un bebe y la maestra de manejo que termina perdiendo autoridad frente a sus alumnos ya que le faltan el respeto varias veces.

Los chicos se identifican más con el hecho de hacer travesuras a sus profesores, porque es lo que ellos conocen ya que no se van a bajar al nivel de verse como bebes con sus padres. Esto lleva a un problema con las autoridades así como en la escuela el hecho de no obedecer a sus maestros, porque al final los van a perdonar y darles otra oportunidad como le sucede a Bob Esponja.

Otro punto importante es el marketing que tiene el personaje. Por todos lados podemos ver una diversidad de artículos tan grande que incluso no lo percibimos. En cambio los más pequeños quieren todo lo que ven, desde el globo de helio, hasta los muñecos de colección de todos los personajes. Las diferentes empresas en el mundo, han utilizado la imagen de Bob Esponja para atraer a otro tipo de mercados consumistas.

Por ejemplo, qué necesidad hay de que un pequeño tenga un celular caro sólo porque tiene cosas de la caricatura cuando sólo lo van a utilizar para que sus padres los localicen, simplemente por tener algo lindo para presumir a sus amigos. De la misma manera, empresas de comida rápida, atraen a las familias al “regalar” objetos de los personajes que gustan tanto en la televisión.

Todo esto no se trata de decir si es malo o bueno ver Bob Esponja, sino hacer consciencia a los más grandes de las posibles repercusiones que tiene en los pequeños. Dar una idea de las cosas que normalmente no se ven por el mismo gusto que se le tiene. A final de cuentas todo se trata de un negocio, y en este caso dieron en el punto exacto de los consumistas.

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